Canarias es un territorio sensible en cuánto a la garantía y continuidad del suministro eléctrico, debido a la distancia con el continente Europeo. Es conocido y además, recientemente se produjo en toda la isla de Tenerife un apagón total o cero energético. Como el sistema se encuentra aislado, no existe forma de poder suministranos de energía desde el exterior como forma de apoyo. Cuándo una parte de la generación eléctrica se desconecta por una avería, el resto del sistema se debe desconectar para que no afecte su correcto funcionamiento. Los sistemas aislados o sistema distribuido de generación renovable, como la energía fotovoltaica o eólica que estuviese interconectado con la red eléctrica, solo podría suministrase de sí misma y no poder inyectar energía en la red.
Cada vez más el sistema eléctrico es más vulnerable debido a la cantidad de armónicos y pequeños productores de energía que generán esos ruidos. Por lo tanto, a la red eléctrica Canaria se le deben dotar de una serie de instrumentos o mecanismo que prevegan posibles daños o averías motivadas por esa cantidad de ruidos que se inyenta al sistema eléctrico. El problema, aún será mayor con la intervención del vehículo eléctrico, ya que los propios equipos de recarga de vehículos, también son fuentes de generación de armónicos. Con respecto a ésto último, Endesa establece en sus normas particulares la inclusión de un filtro para armónicos. Los instaladores con los que he hablado, desconocen todo esto y es muy importante su conocimiento e información. Tristemente la asociación de instaladores en Canarias está más preocupada por otras cosas.
Hace años, Endesa en convivencia con la administración pública, obliga que las instalaciones eléctricas incorpore unidades de protección contra sobretensiones. Motivado, porque detectaron que la energía distribuida podría sufrir una serie de alteraciones que afectarian a los equipos eléctricos. Al final el coste se traslada al usuario.
La contaminación en la red eléctrica irá a más, convirtiendo el sistema más sensible de lo que es ya en la actualidad. La probabilidad en un futuro, de la existencia de otro cero energético en las islas es alto. Se deben empezar a poner soluciones no tanto en el equilibrio generación-demanda sino en la calidad de la misma, ya que podrá originar serios problemas para el buen desarrollo económico del archipiélago.