Durante la tormenta Filomena los precios de la energía se dispararon y no fue casualidad. Se ha hecho una gran apuesta y un cambio en la política energética en España y el Mundo Occidental, donde las fuentes de origen limpio y renovable sustiuirá a todas las otras, como son; las nucleraes, termicas y de carbón.
En la actualidad, en España en el mix energético, hay un gran peso de las renovables frente al resto. Por ello, es evidente la gran dependencia que existe entre el clima y la generación de energía. El mal tiempo durante la famosa tormenta, provocó que las centrales fotovoltaicas como las eólicas estuviesen bajo mínimos, obligando a las centrales termicas y de carbón sustituir la energia que habia dejado de inyectar en el sistema aquellas de origen renovables. Si además, sumamos a esa ecuación las bajas temperaturas, la demanda se disparó. El resultado ha sido obvio, subida del precio de la energía a máximos, llegando el precio de la energia el dia 9 de enero del presente año a las 20:00 horas a un precio máximo de 120,97 €/MWh.
Todo esto se traduce que altos costes en las facturas de luz, no sólo a los particulares sino a las empresas. La traducción de estos costes es una falta de la competitividad en la industria española, reducción de los beneficios empresariales, mayor gasto para las familias y alta recaudación para el estado.
En la tarta de costes en la factura de luz, aproximadamente un 70% provienen de impuestos y costes del sistema. La política electrica española es rigida y con un afan recaudatorio. Mientras que en otro paises han bajao los costes impositivos, en españa se ha mirado a otro lado con declraciones populistas y demagógicas. Recordad que cuando el tiempo sea tormentoso, el precio de la energia se disparará y si el objetivo es llegar al año 2030 donde la generacion energética tenga un mayor peso que el resto, desearemos que el sol brille todos los dias del año.
Se debe apostar por un sistema cuyo mix sea más equilibrado, por una politica flexible que permita a las empresas ser más competitivas, menores costes del sistema y una carga impostiva razonable. Me temo que si esas premisas no se cumplen tendremos precios altos, pero lo que es mucho peor, inestables.